Las nubes al ras del piso me dan la ilusión de que voy por encima de ellas.
Como sí volara, pero pegado al suelo. Como yendo a ninguna parte.
Como sí volara, pero pegado al suelo. Como yendo a ninguna parte.
Ese gustito de ansiedad es temblor en mis pies, sacudidas diminutas de mi niñez.
Ese nudo anticipado que aprieta y que amenaza, con robarme el tiempo.
Son un martirio innecesario, tus manías estúpidas para llamar la atención.
Y creyendo que me acercas solo generas más tensión. La cuerda se rompió.
Ya es muy tarde, ya es muy tarde
Adiós.
Adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario